¡Hola a todos!
Muchos de los que me seguís (que ya sois unos cuantos) os preguntaréis porqué la semana pasada no publiqué ningún post. El motivo es que estuve de vacaciones en Malta y, aunque allí la conexión a Internet es de una calidad más que aceptable, no me llevé mi portátil. Un día me pasé por un cibercafé para publicar un post que tenía casi terminado, pero entre que el local estaba abarrotado de críos gritones y que el teclado de los ordenadores era el inglés (sin acentos ni mi querida letra ñ), me fue imposible editarlo.
Una vez en España he pensado salirme un poco de la tónica general de este blog y escribir algunas entradas un poco off topic, en las que os transmitiré mis impresiones personales sobre este grupo de islas. Como tengo muchas cosas que contaros, voy a dividir el contenido en tres partes. En la primera os comentaré curiosidades de Malta y los sitios que más me gustaron. En la segunda y la tercera os hablaré de la economía, la cultura y la sociedad maltesas.
La primera impresión que me llevé al llegar a Malta fue muy positiva pues su aeropuerto (sólo hay uno en todo el país), al ser pequeño y moderno, era muy cómodo y funcional. Este detalle es de agradecer después de haber pasado por el mastodóntico aeropuerto de Madrid-Barajas con sus cuatro pistas y su aire acondicionado capaz de matar de frío a un oso polar.
Desde el aeropuerto es sencillo conseguir un transporte hasta el hotel, pues existen multitud de opciones como taxis, autobuses urbanos, minibuses de compañías de transfer e, incluso, hidroaviones adaptados para despegar desde tierra (para los que van a la isla de Gozo). Yo os recomiendo que utilicéis el transfer de Maltatransfer, pues es uno de los más baratos y eficientes. El precio del servicio es de unos 7€ por trayecto y persona, siempre que se compre un billete de ida y vuelta. Te llevan desde el aeropuerto hasta la puerta del hotel y te recogen el día de salida, unas horas antes de que despegue tu vuelo.
Una vez que se sale del aeropuerto, la impresión inicial de modernidad de Malta cambia por completo. Para que os hagáis a la idea de cómo es este país, podéis pensar en la España de la década de 1970: las carreteras no están en muy buen estado, las infraestructuras son bastante vetustas, los precios de la restauración están por los suelos (sobre todo el alcohol) y, por norma general, las áreas urbanas tienen un diseño caótico y poco armónico.
Como las distancias son cortas, la mejor opción para moverse por este país son los autobuses urbanos. Son relativamente baratos y pasan con bastante frecuencia. El único problema que tienen es que la mayoría son como los que te podrías encontrar en la Habana, es decir, auténticas cafeteras con ruedas. Alquilar un coche me parece poco recomendable, pues la mayoría de las carreteras son peores que las comarcales de España, se circula por la izquierda y los malteses conducen como locos. Para viajar entre las islas se puede optar por utilizar los servicios de Ferry de múltiples empresas o, para los más pijos, el hidroavión.
La mayoría de las atracciones turísticas y sitios de interés se encuentran en la isla principal (Malta). Si os gusta el turismo urbano, os recomiendo que visitéis las siguientes zonas:
- El área de Mdina, Mtarfa y Rabat. Estas tres ciudades se encuentran en enclaves rocosos de la parte centro oeste de la isla de Malta. En uno de los puntos más elevados, está emplazada una ciudadela medieval con imponentes murallas y bastiones (en la foto de la izquierda podéis observar una de sus entradas). Está muy bien conservada y cuenta con numerosas opciones gastronómicas. En las proximidades podréis encontrar otras atracciones turísticas como las ruinas de una domus romana, las cuevas y las catacumbas de San Pablo o fábricas de vidrio. Un tren turístico conecta las tres ciudades en un recorrido de unos 30 minutos.
- Valetta y las “tres ciudades” (Vittoriosa, Senglea y Cospicua). En este conglomerado urbano podrás empaparte de la cultura y la historia de Malta, recorriendo sus estrechas calles de trazado irregular. Si quieres enterarte de todo tipo de anécdotas relacionadas con Malta, prueba a preguntarle cualquier cosa al primer abuelete que te encuentres por la calle. Te contará la historia completa de la isla desde el año 5.000 antes de cristo aunque sean las tres de la tarde y estés en medio de un puente bajo un sol abrasador. Esto es verídico, pues yo mismo lo “sufrí” en mis carnes. Todavía me acuerdo cómo me estaba muriendo por un vaso de agua mientras que un amable jubilado maltés me narraba la historia de la resistencia a la invasión del imperio turco, hace más de 200 años.
- St Julians. Esta es la zona de marcha y el paraíso de los amantes de las bebidas espirituosas y el ligue discotequero. Las copas (aunque algo pequeñas) suelen costar 1 o 1,5€ y los fines de semana las calles están inundadas por riadas de personas con la adrenalina a tope. Eso sí, si quieres enrollarte con alguien, primero pídele el DNI, porque las discotecas están tomadas por “guiris” quinceañeros, con las hormonas descontroladas (lo digo para que luego no te acusen de asaltacunas).
- El área de Mosta y Naxxar. Este es uno de los mejores ejemplos de ciudad interior, sin muchos atractivos turísticos, pero con rincones que no puedes perderte, como el Palazzo Parisio, un pequeño palacio construido en el siglo XIX. En estas dos ciudades, podrás comer mucho más barato que en la costa y te encontrarás con pocos turistas. (la foto de la derecha está tomada en sus jardines).
Si te gustan más los chiringuitos a la orilla del mar, tostarte al sol en la playa, y bañarte en agua sin cloro no debes dejar de visitar:
- Mellieha beach, en la parte noroeste de la isla de Malta. Es una de las pocas playas de arena que hay en la isla de Malta (debe haber unas diez). Es la más grande con diferencia y, entre semana, no está demasiado abarrotada. Las aguas son cristalinas y están muy limpias. Puedes alquilarte una sombrilla o una hamaca para todo el día por 2€.
- Golden Beach, situada en la costa oeste de Malta. Es una playa de arena color dorado y está bastante aislada de la civilización (sólo hay un hotel cerca), lo que no impide que a lo largo de la mañana se llene, sobre todo, de españoles e italianos. Esta playa debe ser más cool que la de Mellieha, porque todo cuesta un 25% más (hamacas, helados, refrescos...).
- Blue Lagoon, en la isla de Comino (foto de la izquierda). Este es uno de los enclaves naturales más espectaculares del país. En esta zona de la isla más pequeña de Malta, las aguas muestran una increíble gama de azules que van desde el casi transparente tipo caribe hasta el azul marino más intenso. El poco espacio disponible está sembrado de sombrillas y hamacas. Hay tanto turista que la orilla del mar parece el metro en hora punta. Afortunadamente, a partir de las 5 de la tarde, la gente se va marchando y bañarse en sus cálidas aguas es toda una experiencia. Por cierto, a esta zona sólo se puede ir en Ferrys turísticos o embarcaciones privadas.
Si lo que te apasiona son los paisajes de película, no deberías perderte:
- Dingli Clifts (acantilados) y Blue Grotto (gruta marina), en la costa centro-sur de Malta. Es recomendable verlas desde el mar. Muchas empresas turísticas organizan viajes a estas zonas, aunque siempre puedes convencer a un isleño para que te lleve (previo pago, claro).
- Azzure Window, en la parte oeste de la isla de Gozo (foto de la derecha). Es un impresionante paisaje marino, con una especie de ventana (a mí me parece más una puerta) con el marco de piedra. A través de la misma se ve un bonito contraste de azules del mar y el cielo. Esta escultura natural es uno de los puntos más fotografiados por los turistas. Yo recomiendo visitar este sitio al anochecer pues, al estar al oeste de la isla, la puesta de sol es impresionante. Eso sí, debes tener en cuenta que el último autobús sale sobre las 18:00 y, si quieres quedarte hasta tarde, deberás alquilar un coche.
Yo estuve alojado en el área de Qwara – Buggiba – St. Paul Bay. Para mí esta parte de la isla de Malta es una de las mejores porque está a medio camino de casi todos los puntos de interés y, además, está en la costa. El litoral de estas localidades es rocoso pero, si vas buscando las típicas playas de arena, puedes cogerte el autobús y plantarte en muchas de ellas en menos de media hora. Asimismo, hay un montón de kioskos a la orilla del mar bastante baratos y con una comida más que aceptable.
Me imagino que en Malta habrá muchos otros sitios que merece la pena visitar (como la ciudadela de Victoria en Gozo o los templos megalíticos de Hagar Qim), pero no los he incluido en este post porque no he estado en ellos. Si has estado en Malta y quieres hacer una recomendación, te invito a que la pongas en los comentarios.
Después de este rollete turístico, creo que ha llegado el momento de dejarlo por hoy. En unos días publicaré una segunda entrega en la que os contaré anécdotas y curiosidades de la historia, la sociedad y la actividad económica de Malta.
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Enlaces:
Fotos.
- Sara Martín Mato. Under CC. license. www.enladiana.com
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